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El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


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Agentes del FBI reciben mayores poderes de estado policial

Revolución, edición 3 de julio de 2011

De acuerdo a los informes mediáticos y de activistas de derechos civiles, el FBI está tomando medidas para darles a sus agentes aún más poderes para llevar a cabo el espionaje político en Estados Unidos. Dichos poderes ampliados se revelan en la edición revisada más reciente del manual del FBI, llamado Guía para operaciones e investigaciones nacionales. Las nuevas pautas les dan a los agentes más flexibilidad para husmear la basura de casas particulares, examinar bases de datos, infiltrarse en organizaciones y enviar equipos de vigilancia para “investigar” a las personas, todo eso sin ninguna pizca de evidencia de que alguna ley se violó.

Las nuevas pautas representan una ampliación de los previos cambios al manual en 2008 poco antes de que Barack Obama tomara posesión de la presidencia. Los cambios de 2008 en sí reflejaron una extensa suavización de las restricciones al FBI impuestas a mediados de los años 1970, cuando el gobierno se vio obligado a responder a la indignación suscitada por extensas revelaciones sobre COINTELPRO y otros programas de espionaje y represión contra una amplia gama de personas y grupos.

Mike German de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) explicó que los cambios de 2008 “crearon una nueva clase de investigación que se llamaba ‘evaluación’. Esta no requería basarse en los hechos; en otras palabras, no requería evidencia de que algo malo se había hecho, y ni hablar de que lo hiciera la persona investigada. Se permitían varias técnicas investigativas que constituían una intromisión, como la vigilancia física, incluyendo el reclutar y enviar a soplones, incluso a agentes del FBI que fingían ser otra cosa para sacar información del blanco de la investigación, el realizar entrevistas y hasta el uso de citaciones de comparencia ante el jurado de acusación con el fin de conseguir archivos telefónicos” (Democracy Now!, 14 de junio de 2011).Como señaló la ACLU en 2008, esas nuevas pautas también permitían “usar la raza o el origen étnico de una persona como factor para iniciar una investigación, una medida que la ACLU cree que pueda establecer la perfilación racial como política normal”.

Obama sobrepasa a Bush

Cuando Obama asumió la presidencia, continuó el espionaje ampliado que hizo el FBI bajo Bush. Y ahora, bajo Obama, el FBI está sobrepasando incluso esos límites:

Según las reglas anteriores, los agentes tenían que iniciar oficialmente una “evaluación” antes de buscar información sobre una persona en una base de datos comercial o en las que mantienen las agencias del orden local y estatal. Ahora ni siquiera necesitan iniciar una investigación oficial. El periódico New York Times señala que las nuevas reglas “permiten que los agentes busquen en esas bases de datos sin documentar su decisión.”

Las reglas anteriores estipularon que antes de husmear la basura o hacerle una prueba con el detector de mentiras a una persona, los agentes tenían que iniciar una “investigación preliminar”, la cual, a diferencia de las “evaluaciones”, requiere que los agentes por lo menos aduzcan que sus sospechas de actividad ilegal se basan en hechos reales. Pero las reglas revisadas permiten que los agentes husmeen la basura y hagan pruebas de detector de mentiras durante una “evaluación”. Dice Mike German de la ACLU: “Cuando pregunté [al FBI] por qué quiere darles tal poder a los agentes —repito, antes de tener ninguna evidencia de fechorías—, [el FBI] respondió: ‘Bueno, es útil muchas veces encontrar algo perjudicial que se podría usar para presionar a la persona a hacerse informante’. Así que, fíjese, esta es una técnica que se está usando específicamente para coaccionarle a una persona para cooperar en contra de sus vecinos o compañeros de trabajo”.

Las anteriores reglas autorizaron usar equipos de vigilancia contra las personas bajo investigación solamente una vez durante una “evaluación”. El nuevo manual permite el uso repetido de tales equipos.

El FBI tiene reglas no públicas sobre la infiltración en secreto de organizaciones con el propósito de espiar a una persona. De acuerdo al New York Times: “El nuevo manual permite que un agente o un informante asista subrepticiamente hasta a cinco reuniones de un grupo antes de que esas reglas se apliquen, a menos que el objetivo sea integrarse al grupo, en cuyo caso las reglas se apliquen de inmediato”.

El New York Times dice también: “El manual esclarece la definición de quién tiene derecho para mayores protecciones como miembro legítimo de los medios de comunicación en la era del Internet: los blogueros destacados, pero no las personas cuyos blogs no son muy conocidos. Además, limita las protecciones académicas a los especialistas que trabajan para instituciones basadas en Estados Unidos”.

Las “evaluaciones” del FBI, las cuales, para recalcar, ni siquiera pretenden basarse en alguna sospecha verificable de que se cometió un delito, no son cosas raras. Se informa que el FBI inicia miles de estas “evaluaciones” cada mes. La gran mayoría de tales actos de espionaje no descubren pruebas de la comisión de delitos, pero aún así, se permite almacenar los datos personales recolectados en las bases de datos del FBI.

Represión de estado policial tiende una red muy amplia

La enorme ampliación de los poderes del FBI y otras medidas represivas desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas en Nueva York y el Pentágono tienden una red muy amplia, poniendo en la mira a toda clase de individuos, grupos y movimientos que el gobierno estadounidense estima que obstaculicen su agenda. Estas medidas están afectando a grandes sectores de la población, tales como los millones de personas cuyas comunicaciones por e-mail y teléfono móvil han sido objetivo de espionaje de parte del gigantesco programa de interceptación electrónica oficial que empezó bajo Bush y ha continuado bajo Obama. Según la lógica de esta ofensiva, el gobierno necesita la capacidad de husmear y espiar todos los pormenores de la vida de la población a fin de generar los necesarios datos para proteger su “seguridad”. Tal lógica conduce a un estado policial. Esta lógica y moralidad termina por ser cómplice de las guerras interminables, la tortura, los asesinatos y otros crímenes que Estados Unidos comete por todo el mundo.

Todos tienen que estar muy conscientes y reconocer lo que representan concretamente la ampliación de los poderes del FBI y otras medidas represivas por lo que respecta a los derechos básicos y la capacidad de las personas de manifestar su disentimiento y participar en protestas y resistencia políticas.

Veamos el caso de Scott Crow, un autodenominado anarquista que ha sido arrestado una docena de veces en protestas contra las corporaciones, a favor de los derechos de los animales y de otra índole pero nunca ha sido condenado de nada más grave que entrada ilegal. Bajo la Ley de Libertad a la Información, hace poco obtuvo 400 cuartillas de su expediente del FBI. Si bien están tachadas grandes secciones, los documentos revelan que lo han calificado de “terrorista interno” y el FBI ha estado llevando a cabo una fuerte vigilancia en su contra desde 2001. Los agentes husmearon sus llamadas telefónicas y correo electrónico; se infiltraron en los grupos en que él participaba; revisaron su basura; pidieron que el departamento de Hacienda monitoreara sus declaraciones de impuestos; montaron una videocámara de vigilancia frente a su casa; y otras cosas. Este no es un caso aislado. El New York Times escribió que Crow “figura entre las decenas de activistas políticos por todo el país que se sabe que han estado bajo el escrutinio de las ampliadas operaciones de contraterrorismo del FBI desde los ataques del 11 de septiembre de 2001. Entre otros objetivos de la vigilancia del FBI… han figurado unos activistas contra la guerra de Pittsburgh, unos defensores de los derechos de los animales en Virginia y unos católicos liberales en Nebraska”. Como están llevando a cabo en secreto estas operaciones, el público no tiene forma de conocer precisamente cuántas acciones tal ultrajantes son las cuales el FBI tiene en marcha en la actualidad.

La realidad es que el sistema que existe en Estados Unidos es una dictadura de la burguesía, o sea, de la clase de explotadores y opresores que controlan la economía y el estado (las fuerzas armadas, la policía, las cortes y las leyes) y quienes están sentados en la cima de un imperio mundial entero. Cuando estos gobernantes capitalistas estime que su sistema y sus intereses están bajo una amenaza fuerte, su estado hace uso abiertamente de la violencia extrema contra la oposición política, por ejemplo, en los años 60 cuando los soldados abrieron fuego sobre los negros que se sublevaban en los barrios marginales de las ciudades así como los manifestantes contra la guerra y el FBI y la policía asesinaban a los Panteras Negras, entre otras acciones. Hoy día, se da algo muy serio y grueso, si bien no existe una situación de auges de lucha que sacuda al país: los gobernantes están pisoteando descaradamente y dándole una nueva interpretación a lo que se supone que sean los derechos básicos de la Constitución, tales como la prohibición de “allanamientos sin fundamentos razonables”, a fin de fortalecer su aparato represivo.

El hecho de que hasta ahora no se ha dado ninguna agitación a nivel de toda la sociedad contra las medidas represivas intensificadas revela a qué extremos los gobernantes han logrado ir para atacar los derechos básicos y fijar nuevas normas fascistas. ¿Se permitirá que ellos sigan avanzando con este rumbo extremadamente peligroso? O ¿surgirá una mayor oposición y resistencia, desde todos los rincones de la sociedad, resuelta a PARAR las medidas de estado policial del gobierno?

Parte de dar grandes saltos en la represión política

Desatar aún más el espionaje del FBI es una parte de los saltos generales de la represión que empezaron bajo Bush y han continuado y además están alcanzando otros niveles bajo Obama. Veamos solo tres ejemplos:

En mayo de 2011, el Congreso aprobó y Obama ratificó una extensión de la fascista Ley Patriota inaugurada bajo Bush. Ron Wyden, un miembro demócrata del Comité de Inteligencia del Senado que se oponía a la extensión, denunció que el gobierno de Obama tenía una interpretación “secreta” de la ley que permitiría una mayor ampliación del espionaje oficial y advirtió: “Los estadounidenses se alarmarían si supieran cómo se está utilizando esta ley”.

Obama ha llevado a cabo una campaña dura e implacable contra los funcionarios y trabajadores del gobierno que filtran a los medios de comunicación información sobre lo que aquellos consideran fraudes y actividades ilegales dentro del gobierno.

En septiembre de 2010, el FBI allanó de forma coordinada contra unos activistas antibélicos y de solidaridad internacional en Minneapolis y Chicago, y también de la oficina del Anti-War Committee (Comité contra la guerra) en Minneapolis. Citaron a catorce personas a comparecer ante un jurado federal de acusación como parte de una investigación ya en curso sobre la “ayuda material al terrorismo”. En diciembre citaron a otras nueve personas para el mismo jurado de acusación. Todos han rechazado dar testimonio y enfrentan la posibilidad de cárcel. Esta campaña de hostigamiento se extendió a la costa del oeste el 17 de mayo, cuando un equipo de SWAT del Sherifato del condado de Los Ángeles y agentes del FBI allanaron la casa del activista chicano Carlos Montes, lo arrestaron y le confiscaron cientos de documentos relacionados a su larga trayectoria en el movimiento chicano.

Se han llevado a cabo protestas contra estos ultrajes, pero es necesario y posible llevar a cabo mucho más resistencia a toda la oleada de represión política. Como dijo Revolución sobre las recientes redadas del FBI: “[L]os revolucionarios y los radicales no sólo deben sonar la alarma y unirse a [esta resistencia] sino demostrar cada vez más que los intereses que motivan tal represión son intereses imperialistas y que es ilegítimo el estado que debe servir y sí sirve a esos intereses. Es únicamente de esta manera que habrá una oportunidad no sólo de derrotar este ataque sino de empezar a construir un movimiento que se oponga a un ambiente y un sistema jurídico que a diario se vuelven más represivos”.

Se puede conseguir una lista de las fuentes y recursos en línea en revcom.us.


 

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