Estudiantes toman las calles
Miles de jóvenes en el sur de California protestan contra la
HR4437
Eileen Truax eileentruax@laopinion.com
28 de marzo de 2006
Coreando consignas y portando pancartas, miles de estudiantes dejaron
las aulas y volvieron a salir este lunes a las calles para protestar en contra
de la Ley HR4437 y para pedir la legalización de los inmigrantes indocumentados:
sus padres, sus hermanos, sus amigos, sus vecinos.
Provenientes de preparatorias como Roosevelt, Marshall, Lincoln, Central
City, Belmont y El Camino, cerca de dos mil jóvenes se reunieron por la mañana
frente al Ayuntamiento de Los Ángeles tras marchar desde sus escuelas hasta este
punto, en donde fueron recibidos primero por Eric Garcetti, presidente del
Concejo de Los Ángeles, y más tarde por el propio alcalde Antonio Villaraigosa.
Alrededor de las 10:30 a.m. Garcetti salió a hablar con los jóvenes; les
aseguró que el Concejo de la ciudad los estaba recibiendo con gusto y reconoció
su deseo de apoyar a sus seres queridos. “Ahora que se discuten estas medidas en
Washington debemos asegurar que nuestras voces serán escuchadas”, dijo Garcetti.
“Ustedes son bienvenidos a estar aquí y ser escuchados”, dijo, y recordó que su
propia familia es originaria de Chihuahua, México.
El vicegobernador del estado, Cruz Bustamante, se detuvo en el lugar a su
regreso del funeral del ex asambleísta Marco Firebaugh para dirigir unas
palabras a los jóvenes. “Debemos asegurarnos que nuestro mensaje llegue a todas
las personas; ustedes están demostrándole a la gente que hay un rostro atrás de
los problemas de inmigración”, dijo Bustamante, quien consideró que lo más
importante de estos movimientos es que la participación se convierta en votos en
las próximas elecciones.
Por su parte, Nativo López, presidente nacional de la organización Hermandad
Mexicana, dijo a los jóvenes que aunque otras personas les digan que no deben
salir a las calles y que deben permanecer en la escuela, ellos están cumpliendo
con su deber histórico al hacer escuchar su voz. “Ustedes han estudiado la
historia de nuestra ciudad; dentro de unos años, otros jóvenes leerán la
historia que ustedes están haciendo ahora”, dijo López.
Ciudad que escucha
A pesar de los mensajes recibidos, los jóvenes insistían en ver al alcalde.
Poco antes del mediodía, Antonio Villaraigosa salió a la escalinata del
Ayuntamiento y dirigió unas palabras a los estudiantes.
“Sé que todos ustedes están preocupados por lo que ocurre en este momento con
la Ley Sensenbrenner; sé que muchos de sus familiares y sus amigos están
temerosos por lo que sería la criminalización de 12 millones de personas”, dijo
el alcalde. “Reconozco que hoy ustedes sintieron la fuerte necesidad de dejar la
escuela para venir aquí y registrar su indignación y oposición a la Ley
Sensenbrenner”, continuó. “Les puedo decir que la ciudad ha registrado su
oposición, y que su alcalde se opone a esa ley”.
Tras pronunciar estas palabras el alcalde pidió a los jóvenes regresar
pacíficamente a sus preparatorias, y que “en sus escuelas trabajen para educar a
otros estudiantes acerca de por qué esto es tan importante para nosotros”. Pero
los jóvenes siguieron en el lugar por más de tres horas, durante las cuales
continuaron llegando contingentes de otras preparatorias, mientras otros grupos
se dirigían a las calles aledañas del centro de la ciudad y marchaban por las
autopistas 101 y 110.
Algunos padres de familia, al enterarse de que sus hijos habían acudido al
Ayuntamiento, decidieron alcanzarlos y estar cerca de ellos. “Me llamó y me
pidió permiso para venir”, comentó Sergio Aguirre, papá de Alejandro, de 15
años. “Le dije que él tomara su decisión, y aquí estamos”.
De acuerdo con cifras del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD),
cerca de 24 mil jóvenes habrían participado en las manifestaciones de ayer.
Villaraigosa, acompañado por el jefe de policía, William Bratton, y por la
representante del LAUSD, Regina Lagrosa, ofreció una conferencia de prensa por
la tarde haciendo un llamado a los padres de familia para que motiven a sus
hijos a permanecer en los salones de clases y discutir estos temas al interior
de sus escuelas.
Protestas en otras partes
En otras ciudades como Huntington Park, las autoridades de la preparatoria
del mismo nombre cerraron las puertas, pero los jóvenes saltaron una barda y
organizaron una pequeña marcha hasta la avenida Pacific. Preparatorias en San
Fernando, Montebello y San Gabriel también vieron sus clases suspendidas ante la
iniciativa de los jóvenes de marchar para expresar su voz.
En Santa Ana algunos manifestantes arrojaron objetos a los carros de la
policía sin que el incidente pasara a mayores; hubo un detenido. El servicio
informativo CNS señaló que una persona que murió en un accidente automovilístico
en la esquina de las calles Primera y Bristol podría haber sido parte de la
protesta, sin que las autoridades policiacas de la ciudad hayan podido confirmar
la información.
En Inland Empire, cientos de estudiantes de distritos escolares de Pomona,
Fontana, Colton, Rialto, Bloomington, Riverside, Cathedral City, Hemet, Moreno
Valley, Norco-Corona, y San Bernardino, abandonaron ayer sus respectivos
planteles educativos y marcharon hacia las instalaciones de varios
ayuntamientos, según las autoridades.
Alrededor de 500 estudiantes de las escuelas preparatorias Ganesha, Garey y
Pomona, marcharon pacíficamente coreando “Sí se puede”, y “Queremos respeto”,
hacia el Ayuntamiento, donde fueron recibidos por los concejales Daniel
Rodríguez y Marco Robles, así como el profesor de ciencias políticas de la
Universidad del Estado de California en Pomona, José Calderón, quien controló la
multitud con una breve explicación de los posibles efectos que la propuesta de
ley podría traer a sus vidas en caso de ser aprobada.
“Esta ley amenaza sus futuros, esta ley amenaza sus vidas, esta ley amenaza
futuras generaciones y no debe ser aprobada”, explicó Calderón. “Ustedes los que
tienen el privilegio de votar tienen el poder en sus manos. Demuestren con su
voto el rechazo hacia esta propuesta de ley racista”.
Más de 700 personas de escuelas de Ontario y Montclair marcharon hacia el
Ayuntamiento de Pomona donde fueron recibidos por equipos antidisturbios
dispuestos a entrar en acción. Los estudiantes recibieron el consejo de
“mantener la calma” por parte de la alcaldesa Norma Torres.
Cerca de mil estudiantes más se manifestaron en escuelas de Arroyo Valley,
Moreno Valley, Norco-Corona y Riverside. Según las autoridades, las marchas
fueron en su mayoría pacíficas y nadie resultó arrestado.
*Con información de Alejandro Cano
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