Pagan caro por participar en marchas
14 de abril de 2006
CHICAGO
(AP). — Seis empleados de un restaurante de mariscos de Houston fueron
despedidos esta semana tras faltar a sus trabajos por participar en las marchas
a favor de la legalización de indocumentados.
Por la misma razón, en Detroit, otros 21 extranjeros perdieron su trabajo en
procesadoras de carne el mes pasado. Y varios estudiantes en un liceo cercano a
Tampa, Florida, fueron suspendidos.
En todo el país, algunos trabajadores y estudiantes han pagado un precio por
participar en las multitudinarias protestas a favor de inmigrantes ilegales, que
se han realizado a lo largo de Estados Unidos.
Ahora, algunos organizadores le han pedido a la gente no arriesgar su trabajo
o educación para asistir a demostraciones, y planean reprogramar las marchas
para horas nocturnas o fines de semana.
“Esto es preocupante porque se trata de un grupo demográfico que
históricamente no sale a la calle a fijar posición sobre algún hecho”, indicó
Germonique Jones, vocero del Centro para un cambio comunitario, que ha
organizado marchas en Washington.
“Obviamente las empresas tienen que seguir, y no queremos que la gente pierda
su trabajo”, destacó Jones. Otros opinan que los manifestantes están dispuestos
a sacrificarse para demostrar la importancia de la reforma migratoria que se
estaba tratando en el Congreso. Algunos de los despedidos podrían ser
readmitidos luego de que grupos de derechos civiles han intercedido a su favor
ante los patrones. La procesadora de Detroit dijo ayer que volvería a contratar
a los 21 despedidos, pero sólo si pueden confirmar que son inmigrantes legales.
Pedro Ortega, de 30 años, quedó despedido de una fábrica automotriz al sur de
Chicago, junto a nueve compañeros de trabajo, por asistir a la marcha del 10 de
marzo, que reunió a más de 100,000 personas, según los organizadores. Un mes
después, Cobra Metal Works los readmitió, afirmando en un comunicado que la
compañía apoyaba la reforma legal y el derecho de sus trabajadores a protestar,
siempre que lo hiciesen en su tiempo libre. Ortega no se arrepiente y planea
asistir a una marcha el 1 de mayo en Chicago. “Tenemos que cambiar la manera
como los estadounidenses piensan de nosotros. Estamos aquí para trabajar”, dijo.
En Phoenix, al contrario, el llamado a un paro escolar y laboral para el 1 de
mayo ha encontrado poco eco. El ex senador Alfredo Gutiérrez apuntó que la gente
estaba cansada y quiere volver al trabajo. Rafael Pulido, popular locutor de
radio que fue clave en la marcha del 10 de marzo en Chicago, dijo que no estaba
a favor “de que los estudiantes dejen de ir a la escuela para protestar”.
Mientras, en Atlanta, varios negocios estuvieron cerrados el lunes para apoyar
el deseo de sus empleados de marchar, destacó Jerry González, de la Asociación
de Oficiales Latinos Electos de Georgia. “Los trabajadores quieren que la gente
sepa cuán valioso es su trabajo para el país. Y si no trabajan, causan un gran
efecto”, opinó Tim Bell, del grupo de apoyo que ayudó a Ortega a recuperar su
empleo en la automotriz.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|