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Trece años esperando la noticia de la liberación de un hijo en Guantánamo

Trece años esperando la noticia de la liberación de un hijo en Guantánamo

Por AFP
14 de octubre de 2020

Desde hace 13 años, Sehar Bibi espera la liberación en Guantánamo de su hijo, uno de los últimos dos presos afganos del centro de detención, donde su vida transcurre entre periodos de aislamiento, huelgas de hambre y alimentación forzada.

Mientras cientos de prisioneros, entre ellos altos dirigentes talibanes, han sido liberados del famoso centro de detención del ejército de Estados Unidos, Asadulá Haroon, que no ha sido condenado por ningún delito, sigue ahí.

“A nadie le molesta que mi hijo siga en la base de Guantánamo. Todos los demás prisioneros han sido liberados, pero él sigue allí", explicó Bibi a la AFP en la ciudad pakistaní de Peshawar, donde la familia está refugiada.

Recientemente diplomado, Haroon trabajaba en la venta de miel, viajando de Peshawar a Jalalabad, en el este de Afganistán, cuando fue arrestado en 2006.

Según su familia era probablemente una trampa para recuperar una recompensa prometida a cambio de insurgentes.

La mujer de Haroon acababa de dar a luz a su primer hijo, hoy una adolescente que creció sin él.

Su encarcelamiento se ha vuelto aún más difícil de tolerar para sus familiares y partidarios ya que Estados Unidos trata de retirarse del conflicto afgano.

Sehar Bibi y su hijo mayor miran fotos de su otro hijo Asadullah Haroon, detenido en Guantánamo.
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>Sehar Bibi y su hijo mayor miran fotos de su otro hijo Asadullah Haroon, detenido en Guantánamo. © AFP

Con este fin, Washington ha presionado a las autoridades afganas para que liberen a miles de prisioneros talibanes, algunos de los cuales han matado a extranjeros.

El gobierno estadounidense “insistió en que los afganos liberen a 5.000 talibanes … y sin embargo todavía no ha liberado al afgano sin valor de Guantánamo", declaró Clive Stafford Smith, el abogado de Haroon y fundador de Reprieve, una oenegé de ayuda jurídica.

“Lo más difícil mentalmente para él es saber que no es nadie y que sigue ahí por casualidad”, explica.

La prisión se hizo famosa por sus detenidos más importantes mantenidos en jaulas y sus métodos de interrogatorio brutales, calificados por muchos de torturas.

Haroon, uno de los últimos en entrar, en 2007, es uno de los “prisioneros para siempre", al igual que aproximadamente la mitad de los 40 cautivos que quedan en Guantánamo, atrapados en una confusión jurídica.

Un registro de antecedentes penales publicado por WikiLeaks enumera varias acusaciones contra Haroon, quien habría tenido vínculos con Al Qaida, y sirvió como comandante del grupo militante Hezb i Islami.

El departamento de Defensa de Estados Unidos declaró que mantenía a los presuntos militantes alejados del campo de batalla “hasta el fin de las hostilidades", no para que pudieran ser juzgados ante un tribunal.

Abdul Ghafar, padre de Asadullah Haroon, detenido en Guantánamo, lee el Corán junto a su familia en Pakistán.

Abdul Ghafar, padre de Asadullah Haroon, detenido en Guantánamo, lee el Corán junto a su familia en Pakistán. © AFP

No quiso pronunciarse sobre la posibilidad de un cambio de política con la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, que debe completarse de aquí a mediados de 2021, pero podría terminarse en Navidad.

“Hago muchas cosas para cooperar con los estadounidenses, pero no están contentos", lamenta Haroon, que tendría entre 35 y 40 años, en un comunicado transmitido por su abogado. “Tengo la sensación de que podría morir aquí".

La familia de Haron admite que era miembro de Hezb i Islami, pero niega que haya estado vinculado a Al Qaida. “Al Qaida es una etiqueta usada cuando alguien quiere a su enemigo en la cárcel", explica Roman Khan, el hermano de Haroon.

Durante las videoconferencias facilitadas por la Cruz Roja, la familia de Haron notó cambios en su apariencia y en su forma de hablar, y recientemente inició una huelga de hambre, la última de una larga serie.

Muhammed Rahim, el otro afgano que queda en la cárcel, llegó varios meses después que Haroon, acusado por la CIA de ser un socio cercano del jefe de Al Qaida, Usama Bin Laden.

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