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Desde Guantánamo, Shaker Aamer cuenta a su abogado hechos inquietantes sobre la huelga de hambre.

Por Andy Worthington. 2 de Abril de 2013

Traducido del inglés por
El Mundo No Puede Esperar
17 de abril de 2013

...los guardas se precipitan en las celdas y asaltan a la gente sin las cámaras normales que usan los equipos FCE (los que, en teoría al menos, graban lo que se le hace al detenido)

Como parte de mi cobertura a la enorme huelga de hambre que se está dando en Guantánamo, estoy encantado de hacer público el texto completo de una declaración (de hecho es un una declaración jurada) hecha por Clive Staffor Smith, el director de Reprieve, organización benéfica de asesoría legal ubicada en Londres, basada en una conversación telefónica que Clive tuvo el 29 de marzo con Shaker Aamer, el último residente británico en Guantánamo, cuya historia ha sido un foco de mi trabajo durante muchos años.

Aquí, aquí y aquí podrán encontrar informes que me entregó Shaker el año pasado, y aquí pueden ver una petición electrónica al gobierno británico pidiendo nuevas acciones para asegurar la liberación de Shaker, y aquí pueden encontrar una petición internacional.

Tal como he informado durante muchas semanas (pueden verlo aquí, aquí, aquí, aquí y aquí, la huelga de hambre empezó hace dos meses, en respuesta al nuevo tratamiento médico a los prisioneros y su desesperación por ser alguna vez liberados, después de que el presidente Obama prometiera cerrar la prisión, algo que después no hizo, incluso aunque 86 de los 166 prisioneros restantes (incluyendo Shaker) fueran liberados de sus cargos hace por lo menos 3 años y listos para ser liberados por un equipo especial entre agencias que el presidente creó poco después de acceder al cargo en el 2009.

El testimonio de Shaker, via Clive (y disponible aquí via Reprieve), añade información importante e inquietante sobre la huelga de hambre, y el comportamiento de las autoridades, así como aportando números: Shaker le dijo a Clive que hay “130 prisioneros en total en huelga de hambre en toda la prisión,” y que, “De los 66 prisioneros en el Campo V, se reconoce que 45 están en huelga, aunque en realidad son más los que la siguen.”

La declaración de Clive Stafford Smith sobre su conversación telefónica con Shaker Aamer, 29 de marzo de 2013:

Soy un abogado licenciado para ejercer derecho en el Estado de Luisiana, así como en la Corte Suprema de los Estados Unidos y otras Cortes inferiores de los EEUU. He tenido licencia para ejercer derecho desde 1984.

En la actualidad soy el director de la organización benéfica de asuntos jurídicos Reprieve. Tengo doble nacionalidad estadounidense y británica. He representado a los prisioneros en la Bahía de Guantánamo desde 2002, cuando trabajaba en Luisiana. Sigo representando a unos cuantos prisioneros allí.

El viernes 29 de marzo de 2013, a las 11 de la mañana aproximadamente, tuve una conversación telefónica sin clasificar de noventa minutos con mi cliente Shaker Aamer, cuyo Numero de Serie de interno es el 239. Pasamos buena parte de la llamada hablando del asunto de la huelga de hambre.

Shaker me dio una cronología detallada de lo que está pasando. Expongo mis notas de la conversación sobre este asunto a continuación. Cuando utilizo citas, son la mejor reconstrucción de lo que Shaker informó de lo que se había dicho, pero claramente no es textual. Me arrepiento de que debido a la falta de tiempo, no he podido comprobar con mi cliente mis notas y mis recuerdos, pero estoy seguro de que mis notas son tan precisas como pude razonablemente conseguir.

Tengo que apuntar que me centré en temas que tuvieron lugar después de mi última llamada con Shaker, que tuvo lugar el 1 de marzo de 2013.

6 de febrero: El incidente con los Coranes empezó el problema actual en la prisión

7 de febrero: Empieza la huelga de hambre.

15 de febrero: Vinieron al bloque de Shaker en el Campo V. (Anotar que en general no se me permite identificar la localización de las celdas en llamadas como esta.) Utilizaron la “Extracción forzada de la celda” (NT: de aquí en adelante FCE por sus siglas en inglés), que es el eufemismo que se utiliza ahora para enviar a la celda lo que antes se llamaba “Fuerza de reacción de Emergencia”). Sacaron a la fuerza a otros dos. A los tres los sacaron durante la hora del rezo. Los tres fueron heridos durante el asalto. Uno de ellos quedó inconsciente y se le llevó al hospital, donde Shaker cree que permaneció inconsciente durante 4 días. Todavía está en el hospital.

12 de marzo: Vinieron otra vez a por Shaker y lo sacaron a la fuerza de la celda durante la hora del rezo.

15 de marzo: Empezó la privación de sueño. Los del turno de guardia nocturno empezaron una acción conjunta para hacer difícil el dormir.

18 de marzo: La privación de sueño empeoró mucho. A Shaker lo movieron a otro bloque, con otra persona que se ha puesto en huelga durante muchos años. A Shaker lo meten en la primera celda del bloque que está diseñada para prisioneros con minusvalías, y que no se ha usado en muchos años. Está a unos pocos metros de donde los guardas usan el baño, la ducha, comen, etc.

La psicóloga que se hace llamar “Helena” vino a ver a Shaker. Se le acababa de mover a la celda ruidosa, le preguntó que si estaba planeando “hacerse daño.” Él no habla con los psicólogos que toman parte en el abuso, por lo que en principio no le respondió. Sin embargo, ella le dijo que los guardas le habían dicho que quería hacerse daño. Entonces Shaker le contestó, ya que no quería esto como excusa en el informe que llevara a más abusos en el futuro. “Tengo esposa e hijos y espero que se me libere en algún momento pronto ya que se me quitaron todos los cargos hace más de 5 años. No soy yo el que quiere hacerse daño, sino la Administración es la que me está dañando.”

Shaker le reclamó sobre la nueva celda, que está diseñada para una persona minusválida, (“todavía no soy un minusválido”), y es demasiado ruidosa para dormir. Señaló que si los guardas estuvieran tan preocupados de que se hiciera daño, hay una celda de observación a mitad del bloque con una puerta de plexiglás donde podían vigilarle durante 24 horas al día, y donde podría dormir algo.

“Helena” le dijo a Shaker que ese “no es mi asunto.” Shaker le contestó que claramente lo era ya que estaba sufriendo abuso y negación de sueño. Ella no ha vuelto desde entonces.

19 de marzo: Adel Hakeem y (Interno número 168) de Túnez, también un cliente de Reprieve, intentó suicidarse. Se le mantenía donde Shaker “solía estar” (Entiendo que en el Campo V Echo, que es el más abusivo de todos los bloques del campo. Shaker me ha detallado en conversaciones anteriores el maltrato único en este bloque). A Hakeemy lo llevaron al hospital y no volvió hasta el 28. Se le ha llevado al Campo V de nuevo, que obviamente es lo peor que le podían hacer a un detenido que se ha intentado suicidar. Shaker pidió que se hiciera algo sobre esto lo más pronto posible.

Shaker presentó una queja oficial al oficial en cargo sobre la privación de sueño. Señaló que sufre de zumbido en los oídos y que saben desde hace años que tiene un sueño muy ligero y problemas para dormir. Hay 12 celdas vacías en el bloque, por lo que se le podía mover a cualquiera de ellas y al menos se reducirían los problemas de ruido. Sin embargo, a 29 de marzo, no ha habido una respuesta a la queja.

Shaker informa de que se está utilizando un nuevo “Código Matrix” (por ejemplo, Código amarillo significa que alguien ha colapsado por la huelga de hambre, Código bola de nieve que alguien se está autolesionando, Código naranja es cuando hay alguna puerta abierta sin una razón autorizada, y Código Matrix aparentemente es cuando quieren evitar las cámaras y los equipos FCE). El impacto malvado de estos códigos es que los guardas se precipitan en las celdas y asaltan a la gente sin las cámaras normales que usan los equipos FCE (los que, en teoría al menos, graban lo que se le hace al detenido.

A un prisionero se le sometió a un nuevo Código Matrix por estar “en posesión de una botella de agua” y fue golpeado sin cámaras.

Hay una nueva práctica que se ha señalado que utiliza una correa de perro sobre los detenidos. Normalmente tienen las manos y las piernas con grilletes (que todavía se usan) y las manos las sujeta un guarda desde atrás mientras andan (o más comúnmente empujan) con el detenido. Pero ahora están atando una correa de perro de tela a la cadena de la cintura, enganchándolo como lo harían con un animal. Un sargento intentó hoy que Shaker fuera una víctima de un Código Matrix al negarse a llevar una correa de perro y ser tratado como un animal. Sin embargo, al final cambiaron de opinión y fueron a por un equipo FCE.

Las autoridades han empezado una campaña conjunta para sacar a la fuerza a los prisioneros de una manera más abusiva. Shaker había estado llevando a cabo una protesta no-violenta durante muchos meses (sentándose en el patio y pidiendo ahí durante una semana como protesta contra el hecho y las condiciones de su confinamiento; ese día, Shaker añadió la demanda de que se le debería mover de la celda ruidosa también). Esta protesta no-violenta se ha convertido básicamente en la única forma de protesta que Shaker puede utilizar. Durante los últimos meses, la salida forzosa de la celda se ha hecho de manera regular, pero ahora han empezado un nuevo método, que se aplica a todos los prisioneros excepto a aquellos que son llevados al hospital.

El nuevo método para sacar a la fuerza de la celda es así: ya no utilizan la tabla, sino que seis personas enormes entran al sitio donde está el detenido y encadenan sus pies y manos detrás de su espalda. Después lo levantan “como un saco de patatas” y simplemente lo llevan donde sea (en el caso de Shaker, a través de 6 ó 7 puertas, a unos 150 metros de su celda). Esto es terriblemente doloroso, especialmente porque Shaker tiene lesiones en la espalda desde hace tiempo (que se originaron por el maltrato que sufrió en la Base Aérea de Bagram por parte de los EEUU).

Dos generales vinieron a visitar el Campo V. (Shaker cree, aunque no está seguro, que uno de ellos era el General John F. Kelly, en la actualidad al mando del Comando Sur.) Un cortejo los acompañaba. Justo antes de que llegaran, una ambulancia se detuvo fuera del campo, con doctores, enfermeros y una camilla. Iban de civil. Iban bien equipados, incluida una bombona de oxígeno.

Subieron a la camilla a un hombre con poca barba que no era un detenido. No iba esposado, pero estaba atado a la camilla para que no se cayera. Lo llevaron a la ambulancia en presencia de los generales y lo condujeron hacia el hospital. Todo esto fue un acto para intentar impresionar a los generales con lo bien que iba todo. (Shaker cree que, si se les pregunta, las autoridades declararían que esto fue una cosa normal, tal vez una operación de entrenamiento.)

Shaker informa de que vienen visitantes al campo cada dos o tres días, como si hubiera un esfuerzo coordinado para convencer a la gente de que el tratamiento es bueno. En realidad, durante el día es mucho más tranquilo, es durante la noche cuando suceden los peores abusos.

“El turno de noche vuelve a “La hora de Miller” (a lo que shaker llama el comportamiento y las estrategias del General Geoffrey D. Miller, del 2002-03). Bajan y suben ruidosamente la grada, hablando, cantando (en especial una mujer), sacando la basura, dando 20 ó 30 portazos por noche, que son hidráulicas y hacen un ruido muy fuerte, arrastrando sillas, agitando el hielo en la cubitera. Han traído un ventilador muy grande para hacer ruido.”

Para Shaker está claro que hay órdenes particulares para que los turnos de noche hagan todo esto. Por ejemplo, sólo los turnos de noche no usan la tabla; mientras que el turno de día todavía lo hace. Shaker reclamó por qué no estaban usando la tabla para llevarle después de lo que habían dicho los doctores sobre su espalda. Le dijeron que no había ninguna regla que los hicieran usar la tabla.

Shaker se lleva bien con alguno de los guardas, un suboficial le había dicho que no querían, pero que tenían que hacerlo.

“...El Coronel dijo: “Llevaré este campamento a como estaba en los viejos tiempos. Tengo hijos en casa y sé cómo lidiar con chicos.” A Shaker le preocupan los hijos del coronel, ya que pueden necesitar que los servicios sociales controlen cómo los tratan.”

A Shaker también le preocupa que están haciendo todo lo que pueden para ocultar quién está cometiendo los peores abusos. El sistema numérico que fue implementado hace siete años o así para permitir a los prisioneros informar de soldados que abusen. Aunque consiguió el número de una persona (el hombre de 150 kilos), en general no puede conseguir los números de los equipos de intervención ya que visten monos blancos que tapan sus números. Los guardias también cambian sus números y reutilizan números viejos.

Shaker informa de un rumor (Se lo dijo un coronel a uno de los prisioneros, que no quiere que se diga su nombre por temor a represalias) de que el Coronel dijo: “...El Coronel dijo: “Llevaré este campamento a como estaba en los viejos tiempos. Tengo hijos en casa y sé cómo lidiar con chicos.” A Shaker le preocupan los hijos del coronel, ya que pueden necesitar que los servicios sociales controlen cómo los tratan.” (El Coronel es, presuntamente, el Coronel del ejército John Bogdan, que tomó el mando como comandante de la Fuerza de trabajo conjunto del Grupo de detención de Guantánamo en junio de 2012, al que se le culpa de los registros agresivos en las celdas que provocaron la huelga de hambre).

Durante las visitas por gente de fuera, incluso durante el día, hay varias estrategias para esconder lo que está pasando. Normalmente, dice Shaker, la comida que no se usa se deja fuera. Ahora, se pone en contenedores herméticos en el bloque, para esconder el hecho de que los detenidos están rechazando comer. Cree que esto puede que se haga para hacer que el olor de comida tiente a más prisioneros a volver a comer. Después toda la comida que no se ha utilizado se tira a la basura, de manera que los civiles vean que los contenedores están vacíos, y de nuevo no puedan informar de cuánto no se ha comido.

El coronel ha ordenado otras tácticas abusivas. Shaker entiende (y los detenidos creen) que el coronel sirvió en Irak o Afganistán antes de venir a la Bahía de Guantánamo, por lo que está tomando una actitud dura, porque es lo que al parecer hicieron allí. Sólo está distribuyendo colchonetas medianas (1 metro de longitud en vez de dos) y así.

20 de marzo: Shaker se queja al médico del ejército sobre su abuso el 19 de marzo, y hoy se le transportó en una tabla, ya que los oficiales médicos dijeron que el nuevo método para sacarlo de la celda no se podía utilizar en Shaker debido a la lesión en su espalda.

21 de marzo:Hoy, y todas las veces desde entonces, han vuelto al nuevo método, y han rechazado usar la tabla. Además, hoy encima introdujeron un nuevo abuso. Cuando el equipo FCE entró para sacarlo, un soldado bastante grande, que pesaba como 150kg, se le arrodilló en la espalda y lo echó al suelo con todo su peso encima. Esto causó moratones en su espalda y manos. Shaker se los enseñó al médico, que dijo que lo anotaría y le haría un seguimiento. Sin embargo, nadie vino a verle sus nuevas heridas y no se ha hecho nada.

22 de marzo: La extracción de celda abusiva se repitió con el soldado de 150 kg. De nuevo, le dejó moratones, y anotó el número del soldado. En esta ocasión, sujetaron sus manos y piernas, ambas cruzadas, y el hombre apretó hasta que Shaker oyó un crujido en su espalda.

A Shaker no se le permitió darme el número del soldado en una llamada desclasificada.

Cuando Shaker pidió tratamiento médico para su lesión, le dieron Tylenol. “Esta no es una respuesta razonable para una lesión de ese tipo,” me dijo.

23 de marzo: Shaker empezó a rechazar salir de la celda, ya que está muy preocupado de quedar paralítico igual que el egipcio y el sirio (de identidad desconocida), que quedaron paralíticos por los golpes que recibieron en la Bahía de Guantánamo. (Nota: El egipcio fue Sami al-Laithi, interno número 287, representado por Reprieve, que quedó paralítico de una paliza en el hospital.)

25 de Marzo: A las 14:05 a Shaker lo visitó “Dra. Cordelia” que es una de las amables del personal médico. Le dijo que ahora se le reconoce como un huelguista, aunque hubieran rechazado aceptarlo antes. Le contó el impacto de una huelga de hambre, leyéndole un trozo de papel sobre cómo podrían fallar sus riñones, quedar ciego, causar daño cerebral permanente, y así. Le dijo que necesitaba Tiamina, un medicamento para los espasmos musculares, y nutrientes como miel y complementos vitamínicos.

Desde el 25 de marzo, le han visitado un doctor o un enfermero cada día. Aunque no hacen nada. Les ha sermoneado sobre cómo están violando su médica ética al tomar parte en el maltrato innecesario a los prisioneros, pero le han dicho que reciben “órdenes de arriba.”

29 de marzo: A las 4 de la madrugada hicieron un “Código Matrix” a uno de los huelguistas de hambre más delgado (ahora pesa 50kg) que tenía una fiambrera consigo. Tenía té en el recipiente y le hicieron un Código Matrix. Al final, para que no le dieran una paliza se lo entregó.

09:15 Con su llamada de teléfono, no le dijeron la noche anterior como requieren las reglas. Se lo dijeron a las 9:15 de la mañana que vendrían inmediatamente a por él. Por ello no tuvo tiempo de preparar lo que contarle a su abogado sobre los detalles de lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, hubo una “demora operativa” en la llamada (que Shaker informó ser una rueda pinchada en la furgoneta) lo que le dio algún tiempo para tomar algunas notas y prepararse para hablar con el abogado.

“Anoche fue una de las peores,” informa Shaker. Una chica hispana estuvo cantando casi toda la noche. El ruido de la puerta de al lado del lavabo era constante y alto. Shaker casi no puedo dormir.

Shaker ha perdido 15kg hasta hoy. Esto por fuerza es una estimación ya que no lo pesan con precisión, pero se considera que puede calcular con precisión su peso después de todas las huelgas de hambre que ha hecho. Su mano tiembla constantemente debido a la huelga de hambre.

Shaker ha sido castigado fuertemente por unirse a la huelga. Se le han denegado varias cosas que se habían pedido por razones médicas incluyendo su segunda colchoneta (por su espalda), su manta (para la artritis), su rodillera, su faja (para sus problemas de espalda), y las medias de presión que sirven para ayudar con el edema en sus pies. Incluso no le permitieron durante 10 días cepillarse los dientes.

Se le ha denegado también una segunda botella de agua que fue recomendada por el médico. En Campo V (en comparación con Campo VI, donde aparentemente las botellas de agua han sido retiradas del todo) hay una nueva regla por la que sólo se permite una botella de agua al mismo tiempo, independientemente que se use para café, para lavarse al rezar, o beber.

Todas las especias que Shaker había juntado se las tiraron; aparentemente hay una política de tirar todas las especies que los detenidos consiguen a través de la Cruz Roja.

Hay una política en la actualidad por la que nadie con autoridad puede hablar con los prisioneros sobre sus quejas. Shaker ha pedido hablar con el Oficial al cargo, con el asistente del oficial al cargo, y así, pero ninguno vendrá, ya que como les informa el Suboficial, no es su responsabilidad.

A 29 de marzo, Shaker informa que hay en total 130 prisioneros en huelga de hambre en toda la prisión. De los 66 prisioneros en el Campo V, 45 se les reconoce en huelga, aunque en realidad más la están haciendo (Shaker ha sido sólo recientemente reconocido como tal). Shaker informa de que 15 de ellos tienen niveles de azúcar en sangre por debajo de 40mg/dl. Hay un prisionero con niveles de azúcar en sangre de 17 mg/dl. 7 detenidos están en el hospital.

Las autoridades están jugando con los pesos de los prisioneros. Usan una báscula más grande, y los pesan con grilletes, y a menudo justo después de haber bebido un montón de agua. Esconden el peso de la vista de los prisioneros, y no dicen lo que se anota, aunque a veces sí lo dicen. Shaker informa de varios “milagros”: Con un prisionero, que pesaba 57kg la semana pasada y no ha comido en ese tiempo, dijeron que pesaba 70kg.

Shaker cree que a uno de los detenidos se le dijo que pesaba 38kg, otro 48, y un tercero 53.

Shaker estima que pesa 71kg, por debajo de los alrededor de 86 que pesaba cuando empezó. “Puedes ver los huesos en mi pecho. Mi cuerpo ha sufrido un gran shock.” Toma dos o tres cucharadas de miel al día para intentar aliviar el peor impacto de la huelga, ya que su cuerpo ha sufrido un gran daño durante estos once años.

Entre seis y diez detenidos “se caen” cada día. Les han dicho que esto es porque sus niveles de azúcar están entre 20 y 40 (mg/dl). Si esto pasa, se les ata a la tabla, y se les dice que tienen que tomar una mezcla de miel y agua. Pueden dejarlos en la tabla durante horas hasta que aceptan tomar el agua con miel. Usan este método en vez del tubo y la silla.

Los prisioneros están siendo maltratados de manera innecesaria, además del maltrato a Hakeemy (Interno 168). Por ejemplo, al sirio paralítico se le ha denegado una silla de ruedas por 6 semanas. Está aislado en Campo V Echo y está allí sin silla de ruedas.

A pesar de esto, Shaker informa de que los detenidos están más unidos que nunca antes, ya que están determinados a luchar contra el abuso que están sufriendo a través de una huelga de hambre no-violenta.

Aunque preferiría obviamente que Shaker Aamer se le permitiera testificar los hechos que me contó él mismo, lo que precede es un relato tan preciso como soy capaz de reproducir de mis notas de mi conversación con él sobre el actual estado de la huelga de hambre en la Bahía de Guantánamo, y la desafortunada respuesta de las autoridades.

Andy Worthington es el autor de Los archivos de Guantánamo: Las historias de los 774 detenidos en la Prisión Ilegal de América. Este artículo apareció originalmente en su página web el 2 de abril del 2013.


 

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